MÚSICA EN LA INFANCIA: APRENDER, SENTIR Y CRECER
TEMA 1: MÚSICA EN LA INFANCIA: APRENDER, SENTIR Y CRECER
En este tema se habla de la Educación Musical en Educación Infantil y su importancia. Esta es considerada una herramienta esencial durante dicha etapa para el desarrollo de los niños y niñas, gracias a que favorece su percepción auditiva, coordinación motora y habilidad para expresarse. Es por eso, por lo que mediante la música, los niños y niñas tienen la gran oportunidad de descubrir sonidos, ritmos y melodías, lo cual favorece su crecimiento cognitivo, emocional y social. Todo esto está vinculado con su entorno más cercano, de esta forma, se debe favorecer el contacto con diversas experiencias sonoras que les ayude a interiorizar esos diferentes sonidos y ritmos que se producen en ellos o ellas mismas.
Para poder conseguir un aprendizaje o disfrute musical significativo, se debe ajustar al nivel de cada niño y niña y para ello es necesario saber cómo van evolucionando con la música en los primeros años. Una vez conocido todo esto, se deben plantear unos objetivos, contenidos, metodología y unas actividades para desarrollar la Educación Musical.
Por otro lado, algo esencial que rige todo lo anterior es la normativa y su estrecha relación de las áreas del currículo con la música. En las diferentes áreas, la música promueve la autonomía en la vida cotidiana de los niños y niñas, el autocuidado y la socialización. No solo eso, sino que también facilita la expresión de emociones mediante el sonido y el movimiento, fomentando así la simbolización. Además, promueve la comunicación a través de la voz, el movimiento corporal y el gesto, consiguiendo realizar actividades musicales como canciones, juegos rítmicos y danzas infantiles.
Ahora bien, para poder llevar a cabo la Educación musical en Infantil, hay que tener en cuenta ciertas actividades musicales, que cuentan con varias características, como son: activas e intuitivas, colectivas, creativas, globales, contextualizadas, significativas y por último, lúdicas. Pero no podemos olvidarnos, de ser conscientes de las características del alumnado, de plantear de forma didáctica, las propias características y sobre todo, lo más importante, que se tenga en cuenta los intereses del alumnado.
Incluso existen tres grandes grupos: actividades de audiopercepción, actividades de expresión y actividades de representación. A continuación, hablaremos en profundidad de cada una. Las actividades de audiopercepción, se ocupan de potenciar todas aquellas capacidades que permiten el desarrollo de la misma. Dentro de esta, podemos encontrar diferentes canales de percepción: la percepción auditiva está vinculada con la identificación de fuentes sonoras, la percepción visual consiste en ser capaces de asociar sonidos correspondientes a una opción concreta que ven y la percepción sensorial-táctil, que consiste en sentir con los dedos las vibraciones producidas por un instrumento (sonidos, fuertes o suaves).
Por otro lado, las actividades de expresión, son la base para la vivención e interiorización musical y los mejores contextos, donde se pueden aplicar los conocimientos y las expresiones musicales. Debido a esto, potencia en diferentes manifestaciones: la expresión vocal, con juegos de palabras, frases, trabalenguas, adivinanzas, etc. Luego, la expresión instrumental con instrumentos naturales, objetos del entorno, pequeña, percusión, el propio cuerpo, etc., la expresión de movimiento/corporal, con actividad de exploración del espacio, de adaptación de los movimientos corporales, al ritmo de una melodía que escuchamos, al acompañamiento, gestual de la canciones, a la interpretación de danzas sencillas. Y por último, actividades de representación que son el ámbito de la representación gráfico-plástica de la música y sus elementos, consiguiendo un acercamiento de los códigos de comunicación musical.
Tras hablar de todo esto, podemos decir que es la principal actividad musical en etapa de educación infantil. Para enseñar una canción de forma motivadora y lúdica se podía incluir gestos y movimientos. Además, existe otra clasificación según las cualidades del sonido, para realizar actividades: la altura (es la imitación de pequeñas melodías, de Voces, graves o agudas y ser capaces de identificar sonidos graves y sonidos agudos, etc.), la intensidad (nombrar objetos que hagan ruidos, fuertes y ruidos débiles, escuchar la radio con diferentes intensidades, hablar bajito y hablar a voces, etc.), la duración (golpear objetos para comprobar su duración, emitir sonidos largos y cortos, golpear distintos, instrumentos musicales, etc.) y, por último, el timbre (experimentar con objetos para identificarlos, evitar distintos timbres, etc.).
No obstante, también podemos destacar los recursos didácticos musicales, que son conocidos por ser diversos contenidos que adquieren la categoría de recursos musicales y entre ellos vamos a destacar los más utilizados: el pulso, el acento, el obstinado y el eco (estos son recursos a través de los cuales se realiza la repetición de una o más, fórmulas rítmicas o melódicas o repeticiones exactas de una propuesta previamente presentada), los parámetros del sonido (timbre, altura, intensidad y duración), la técnica vocal (trabajar la respiración y la relajación), la canción (principal actividad musical, en la etapa de infantil, ir acompañadas de gestos como movimientos o bailes), la educación rítmica, a través del movimiento (los desplazamientos en diferentes direcciones son medio idóneos para abordar el tratamiento del movimiento), los instrumentos musicales (los más aconsejados son los del cuerpo: pies, palmas en la rodilla, pitos y los elementos de percusión: platillos, triángulo, etc.), la audición musical (audiciones de diversos estilos, con diferentes ritmos y melodías para que los lleve infantil discriminando uno de otros), la improvisación musical (experimentar con diferentes instrumentos, tener contacto personal con los sonidos y el ritmo, sintiendo sus vibraciones, experimentar diferentes melodías, ritmos, etc.) y la danza (expresar libremente mediante sus posibilidades de movimiento y no a través de coreografías dirigidas y rígidas).
A continuación, hablaremos sobre los recursos didácticos extra musicales, que son aquellos diferentes contextos comunicativos que favorecen la realización de actividades musicales. Estos son muy próximos al entorno que rodea al niño o la niña. Entre ellos destacan: las representaciones plásticas (cualquier música puede ser expresada a través del otro lenguaje, a través del lenguaje plástico pueden plasmar lo que una melodía le sugiere, les provoca y el sentimiento que le despierta), dramatizaciones (se presenta personajes con motivos musicales), y los medios de comunicación audiovisual (permiten proponer distintas actividades de observaciones y reconocimientos de los elementos musicales que en ellos aparecen).
Para finalizar, queríamos destacar la importancia de los materiales como recursos didácticos. Ya que algunos adquieren una especial relevancia, gracias a que nos proporcionan una amplia gama de experiencias musicales en el aula, generadoras de aprendizajes y favorecedoras del desarrollo intelectual, físico y estético del niño o niña.
Autora: Alicia Ruiz Otero
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